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La paradoja del Black Friday: ¿Gastas o ahorras?

Muchos de nosotros nos lanzaremos esta semana a la compra compulsiva de todo aquello que habíamos previsto comprar y, también, tenemos que admitirlo, de lo que no teníamos en mente, pero se ajusta a nuestro bolsillo. O, al menos, eso creemos. 

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Millones de consumidores esperamos al blackFriday como si fuera una oportunidad que debemos aprovechar. Las marcas nos bombardean con cifras en rojo, porcentajes tachados y mensajes que apelan a la urgencia: “solo hoy”, “últimas unidades”, “descuento adicional” ... La promesa es clara: comprar más barato y, por lo tanto, ahorrar. Pero la realidad es más compleja y debemos permanecer alerta para que, lo que puede parecer en principio un alivio para el bolsillo, suele convertirse en un gasto extra que, quizás, no estaba previsto.  

Si echamos un vistazo a las cifras previstas, según la OCU, en 2025 casi 8 de cada 10 españoles (78%) planean comprar durante el blackFriday, con un gasto medio de 219 euros, por encima de los 201 euros del año anterior.


Listado de necesidades
Por esto mismo, debemos tener muy presente cuáles son nuestras necesidades, para poder elaborar un listado adecuado de productos que podremos conseguir a un precio más adecuado. La sensación de victoria al pagar menos de lo que “valía” un producto hace solo unas semanas, es muy importante porque nos hace sentirnos bien y haber conseguido una ventaja, respecto a esa misma compra realizada hace unas semanas. 


Como consumidor, experimentamos una satisfacción inmediata, aunque muchas veces el artículo comprado resulta que no era tan necesario como podríamos imaginar en un primer momento. El descuento funciona como un permiso para gastar, disfrazado de prudencia financiera, sin embargo, en lugar de ahorrar, en algunas ocasiones, se multiplica el consumo impulsivo.  


Cuidado con los precios inflados
La misma OCU reconoce que algunas marcas pueden subir precios en las semanas previas al blackFriday para tratar de presentar los precios rebajados como una oportunidad mayor de la que supone en realidad. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la compra no es tan sólo un proceso económico o de necesidad, también es un proceso psicológico que debe tenerse en cuenta y que supone un beneficio que, en algunos casos, va más allá de la mera ventaja económica.


El impacto social y económico
Ese componente psicológico también viene acompañado de un valor económico que va más allá de la simple compra individual y que está relacionado con un sistema económico que se sostiene gracias a este tipo de campañas e iniciativas globales. Efectivamente, en ese sentido, el Black Friday supone un verdadero revulsivo para la economía:

  • Adelanto de la campaña navideña: muchas familias aprovechan el blackFriday para adelantar compras de Navidad, lo que estabiliza las ventas del comercio y reduce la concentración de gasto durante el mes de diciembre.
  • Expansión sectorial: aunque moda y electrónica siguen liderando las compras de esta campaña, cada año se diversifica más el tipo de productos comprados, lo que beneficia a distintos sectores del comercio que, de otro modo, pasarían un duro periodo antes de la campaña de Navidad.
  • Motor del comercio electrónico: el blackFriday nació prácticamente de la mano del comercio electrónico y, este canal, concentra casi el 25% de las ventas anuales del e-commerce en España, según NTT Data. Más del 60% de las compras se realizan por canales digitales, lo que impulsa la transformación tecnológica del comercio.
  • Beneficio para empresas: un tercio de las empresas españolas aumentó su actividad comercial durante el blackFriday, aprovechando el pico de demanda para mejorar resultados y liquidez.

¿Cómo afrontar el Black Friday?


De cara a aprovechar las ventajas que ofrece una campaña como el Black Friday, las diferentes administraciones y asociaciones de consumidores hacen unas recomendaciones muy sencillas para evitar cualquier riesgo.


Planificar las compras con antelación: es interesante realizar una lista de los productos que realmente necesitas y fijar un presupuesto máximo a gastar que sirva de límite y que pueda contener nuestros impulsos. 
Comparar precios antes de comprar: muchas marcas, según la propia OCU, inflan el precio original de los productos para simular a posteriori un descuento mayor. En este sentido, las administraciones  recomiendan comprobar el historial de precios y usar comparadores online para conocer los diferentes precios en distintos establecimientos.

Comprar en sitios seguros: sobre todo cuando las compras se realizan online, es importante realizar una serie de controles:

  • Verifica que la web tenga protocolo seguro (https://).
  • Evita introducir datos en páginas desconocidas.
  • Guarda siempre el justificante de compra.  
  • El Banco de España aconseja, en este sentido, revisar los movimientos de la tarjeta inmediatamente tras la compra.

Conocer tus derechos como consumidor:

  • En compras online, tienes 14 días para desistir sin dar explicaciones.
  • Los productos deben mantener la misma garantía que fuera de campaña.
  • Si hay problemas, puedes reclamar ante consumo autonómico o la OCU.

Controlar las emociones y el impulso de compra: el entorno de estímulos y urgencia puede llevar a decisiones poco reflexivas. Expertos recomiendan frenar y valorar si realmente necesitas el producto.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, el Black Friday puede suponer una oportunidad única para conseguir productos con un precio más ajustado, permite realizar las compras navidadeñas con un coste menor y, en definitiva, también nos permite darnos ese capricho que no siempre podemos comprar. Con todo, ya solo queda desearos que disfrutéis del Black Friday.
 

 

 

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