.png)
Después de la dramática caída de producción y de venta de coches que se produjo a causa de los confinamientos en los primeros meses de la pandemia, vino la escasez de microchips que ha ralentizado enormemente la fabricación de automóviles. Posteriormente, le afectó notablemente el precio de la energía y para terminar la guerra en Ucrania ha generado también la falta de diverso material proveniente de países del Este, imprescindible para la construcción de los coches.
Pero afortunadamente no todo son malas noticias en el sufrido sector de la automoción. El impulso al coche eléctrico va tomando forma, ya que las ventas de este tipo de automóviles suman en España un incremento del 35,4% en los cuatro primeros meses de este año, con 6.608 unidades matriculadas, según la Asociación Española de Automóviles y Camiones (ANFAC). Si a los vehículos eléctricos les sumamos los híbridos y los de gas, la cifra se eleva a 97.776 unidades, lo que supone un incremento del 17,7% de enero a abril, en comparación con el mismo periodo de 2021.
Según un estudio de la patronal aseguradora UNESPA, en nuestro país ya circulaban algo más de 674.000 vehículos con motores no fósiles a finales de 2020. A esa cifra habrá que sumar las de los coches de este tipo puestos en circulación en los últimos dieciséis meses.
El anuncio de un importante grupo automovilístico de invertir unos 7.000 millones de euros en la instalación de una fábrica de baterías eléctricas en la localidad valenciana de Sagunto va a suponer un impulso enorme a este sector en España y también para elevar nuestra exportación.
El otro espaldarazo importantísimo para el auge del coche eléctrico sería agilizar la instalación de puntos de recarga en la vía pública. En este sentido, sería necesario agilizar el otorgamiento de los permisos necesarios a las compañías eléctricas, pues éstas se quejan de que para la obtención hay que conseguir permiso de las tres administraciones (central, autonómica y local), motivo por el que la demora puede ser de hasta 30 meses, según afirman las empresas energéticas.
En definitiva, hay que agilizar la puesta en marcha de los 24.000 millones de euros, entre inversión pública y privada, contemplados en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) destinado al vehículo eléctrico.
Si se acelera el engranaje de todos los condicionantes expuestos, el impulso definitivo al coche eléctrico llegará con más rapidez. Los consumidores están deseando que se den las condiciones necesarias para optar a este tipo de vehículos. Muchos no lo han hecho todavía a consecuencia de las dudas que les genera el lento desarrollo de todas las infraestructuras precisas y de la propia tecnología de los vehículos.
Desde Sofinco vamos a estar siempre junto a los consumidores para otorgarles la financiación y confianza que necesiten en la adquisición de sus vehículos. Entre todos debemos conseguir reactivar lo antes posible este sector tan importante para la industria española.
