Los inicios de año suponen una verdadera cuesta arriba para los ciudadanos, después de los muchos gastos realizados durante las fiestas pasadas. El mes de enero obliga a pisar el freno para tratar de compensar todos los excesos de las Navidades.
Para muchos especialistas, las ofertas del Black Friday han sustituido ya a las de enero como las verdaderas rebajas de invierno, arrebatando esa categoría al periodo que sucede a la celebración de las Navidades.
La inflación supone un freno para muchas economías familiares que ven incrementado el esfuerzo que deben realizar para llenar la cesta de la compra, para pagar la factura de la electricidad y para pagar la hipoteca después de las subidas de los tipos de interés.
El mes de noviembre ha pasado de ser simplemente el periodo previo a la Navidad, a convertirse en un mes realmente agitado desde la implantación de dos tradiciones importadas de EEUU: Halloween y el black Friday.
La compra de un artículo usado formaba también parte del ámbito de las antigüedades, aunque, en estos casos, el producto en cuestión debía de haber sido fabricado hace años, y contar también con un cierto encanto para los coleccionistas o seguidores de este tipo de mercado.
Hemos recibido con entusiasmo el visto bueno de la Comisión Europea para que España reciba próximamente un nuevo tramo de ayudas de 12.000 millones de euros del fondo de recuperación Next Generation.
Aunque las últimas previsiones han reducido significativamente el crecimiento económico esperado para España en el presente año, lo cierto es que seguirá siendo uno de los países europeos con mayor proyección. Y, sin duda, el turismo va a ser un elemento esencial en el impulso de nuestro Producto Interior Bruto.
La inflación desorbitada está repercutiendo notablemente en el consumo, pero no sólo a nivel nacional, sino en todo el mundo.
“Año de nieves, año de bienes”, es un clásico del refranero español que esperamos que en algún momento de 2021 se haga realidad, porque lo estamos necesitando después de tantas fatalidades acumuladas. Pero la realidad es que el comienzo de año no ha sido el más idóneo para que se cumpla el refrán, dados los cuantiosos daños que ha ocasionado la borrasca Filomena.