Actualidad

Bye, bye cash

Encontrarse hoy día en algún establecimiento el antes habitual cartel de No se admiten tarjetas resulta ya anacrónico. Por un lado, este tipo de anuncios afecta a la imagen del establecimiento y habla de su poca actualización tecnológica; y, por otro, supone un elemento disuasorio para una gran parte de la población que ya está habituada al uso de formas de pago alternativas como las tarjetas, el móvil o incluso servicios como Bizum.

28-09-2023-articulo-web

La pandemia y las medidas de control supusieron, como en muchos otros aspectos de la vida, un verdadero catalizador que catapultó el uso de estas alternativas de pago, generalizándolas incluso entre sectores de la población anteriormente poco dados al uso de las nuevas tecnologías. Así lo reconoce el propio Banco de España en su estudio ‘Uso del efectivo y de otros medios de pago: ¿cómo está cambiando la forma en que pagamos?’ (https://doi.org/10.53479/24994), realizado en colaboración con el Banco Central Europeo.

En este informe, el supervisor bancario español reconoce que, aunque el efectivo sigue siendo todavía la principal vía de pago en España, se ha iniciado un retroceso en su uso en favor de otras formas de pago: “La disminución del uso del efectivo viene motivada principalmente por dos factores: en primer lugar, por el aumento de las compras online, que limita las posibilidades de uso de este medio de pago, y, en segundo lugar, por un cambio en los hábitos de pago de los consumidores, que han incrementado el uso de medios digitales en sus compras”, recoge el estudio.

Basta echar un vistazo al informe para comprobar que, en 2019, el 83% de los pagos en comercios físicos se realizaba en efectivo, mientras esa cifra ha descendido hasta el 65% en 2022. Y algo parecido ocurre con los pagos entre particulares que, en 2019 se realizaban en efectivo en el 90% de los casos, mientras en 2022 el porcentaje se redujo hasta el 71%.

Similares conclusiones ofrece el Estudio sobre Tendencias de Mercado 2023, realizado por la empresa de demoscopia Ipsos para Sofinco y en el que se analizaban las principales tendencias en el mercado español. Al igual que el Banco de España, las conclusiones del estudio de Sofinco apuntaban a un constante abandono del efectivo en favor de medios digitales de pago, sin embargo, también señalaba un aspecto muy interesante en la consolidación de esta tendencia como es la evolución de las configuraciones biométricas como elemento de seguridad que servirá para convencer a ese porcentaje de la población más susceptible al miedo a posibles estafas.

Basado en las reflexiones de un panel de expertos multidisciplinar, el estudio de Sofinco recoge afirmaciones como que "en un futuro a medio y largo plazo, el dinero en efectivo irá desapareciendo paulatinamente, hasta casi desaparecer”, que “se impondrán los medios de pago basados en el uso de tarjetas (crédito o débito), bien en soporte físico, bien en soporte digital”, o que “seguramente habrá invenciones disruptivas en este campo”. Para todos los expertos consultados, parece evidente que el pago a través de tarjeta se irá imponiendo al efectivo, y que las tarjetas virtuales (a través de móviles, smartwatch y otros) se irá imponiendo a las tarjetas físicas.

Cabe esperar, por tanto, que en 5, 10 o 20 años, el efectivo sea cosa del pasado y que se utilicen de forma habitual formas de pago que, quizás, aún están por inventar. En cualquier caso, si la simple evolución sociológica no resulta suficiente para el abandono paulatino del efectivo, siempre podremos recordar la estimación de los economistas: solo el 8% del dinero a nivel mundial existe de forma física, es decir, el 92% del dinero que se mueve en el mundo no existe físicamente. Aún no se sabe si en el futuro el dinero en efectivo desaparecerá o no, pero lo que está claro es que día tras día su uso está disminuyendo.

Compártelo
Si tienes cualquier duda o consulta nuestro equipo de profesionales están disponibles para solucionarlas. Hagámoslo más claro

CONTENIDO RELACIONADO