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Como suele decirse habitualmente, el refranero español es muy rico, más aún si hablamos de finanzas o economía en general. Cuantas veces habremos escuchado, sobre todo de pequeños, aquello de “El que algo quiere, algo le cuesta”, o la advertencia de que “Quién mucho abarca, poco aprieta”, o la también recurrente de “A río revuelto, ganancia de pescadores.”
Sin embargo, a diferencia de lo que pueda parecer, la intención de este artículo es repasar algunas de las grandes frases de economía y finanzas dichas por grandes personalidades de la historia:
“La manera más segura de doblar tu dinero es unir los dos extremos del billete y guardarlo en tu bolsillo”
Esta frase, cargada de escepticismo, no podía venir más que de un humorista. Se le atribuye al estadounidense Kin Hubbard y puede servir de comodín para todos aquellos reacios a asumir riesgos cuando se trata de invertir los ahorros. Sin embargo, también se debe recordar que los ahorros deben invertirse para poder conseguir rentabilidades, porque el dinero guardado debajo del colchón sufre el efecto de la inflación y los 50 euros de hoy, en 10 años pueden valer 30.
“Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco”
El expresidente americano Benjamin Franklin nos delegó esta verdad incuestionable que suele afectar a no pocos ahorradores. Simplemente con analizar nuestros gastos y acabar con las suscripciones poco utilizadas o con un par de comidas fuera de casa, el nivel de ahorro puede crecer considerablemente.
“Todos somos vulnerables a las creencias que nos resultan convenientes”
El reconocido profesor de Economía y Asuntos Internacionales y Premio Nobel de Economía en 2008, Paul Krugman, nos advierte en esta frase de la necesidad de incorporar la racionalidad a nuestras decisiones financieras. Precisamente, para tratar de evitar ese sesgo que nos llevará a creer aquello que queremos creer, en lugar de aquello que nos interesa creer. En estos casos, una buena formación financiera o el consejo de un buen asesor puede ayudarnos a canalizar nuestras creencias y evitar estos peligros.
"No podemos evitar que experimentemos emociones, pero sí podemos controlar nuestras reacciones a ellas"
En una línea similar se expresa Daniel Kahneman, reputado psicólogo y economista que ganó en 2002 el Premio Nobel por su trabajo de análisis sobre cómo afectan las emociones a nuestras decisiones económicas. Y como bien se ocupó de destacar, no podemos evitar tener una emoción determinada, pero si podemos controlar la forma en que nos afecta a la hora de tomar decisiones de ahorro o inversión.
"No pongas tu interés en el dinero, pero pon tu dinero a interés"
Oliver Wendell Holmes, un médico estadounidense que ganó fama como escritor en el siglo XIX, nos alecciona en este caso en la necesidad de que, como decíamos antes, el dinero se revalorice anualmente para evitar perder poder adquisitivo.
“La inflación es la madre del paro, y la ladrona invisible de quienes han ahorrado”
Nos advertía, precisamente y en este sentido, la expresidenta británica Margaret Thatcher. Como ya decíamos, el simple hecho de ahorrar no garantiza que en un futuro podamos tener más dinero, sino todo lo contrario; la inflación acaba horadando el valor de nuestro dinero de manera que, si no lo invertimos y conseguimos una rentabilidad, acabaremos perdiendo poder adquisitivo.
"El dinero no te da la felicidad. Yo tengo 50 millones de dólares, pero sigo igual de feliz que cuando tenía 48 millones”
Y con bastante ironía nos recordaba el actor Arnold Swarzenegger aquello tan manido de “el dinero no da la felicidad”. Le resta credibilidad a la frase el hecho de que siempre esté en boca de alguien al que, precisamente, no le falta el dinero, aunque sí hay que reconocerle parte de razón porque, hay que recordarlo, “los ricos también lloran”.
“No sentir la avidez de riquezas es una gran riqueza; no tener la manía de gastar es una renta”
En cualquier caso, como nos dijo Cicerón, lo mejor es adaptar nuestra economía a nuestros ingresos, no gastar por encima de nuestras posibilidades y ahorrar con el fin de poder conseguir las metas financieras que nos planteemos. Una sabia recomendación, propia de un sabio griego.
“Para invertir con éxito durante toda la vida no se necesita un cociente intelectual desorbitado, una intuición empresarial insólita o disponer de información privilegiada"
Y no podía faltar un nombre recurrente en el mundo de la inversión como el de Warren Buffet, en este caso aportando un rayo de esperanza a todos los ahorradores e inversores y contribuyendo a la desmitificación de la inversión como una actividad reservada para una élite financiera.
“Toda frase breve acerca de la economía es intrínsecamente falsa”
Y terminamos con Alfred Marshall, economista británico que, sin embargo, nos advierte de que, casi todo en economía, es más complicado de lo que pueda parecer. Esto es, que todo aquello relacionado con la economía y las finanzas no se puede reducir a una simple frase y que de ser así, probablemente la afirmación sea falsa.
Al igual que el refranero popular nos sirve como salvavidas en nuestro día a día, las frases celebres pueden servirnos de inspiración y motivación para conseguir nuestros objetivos financieros y mantener el enfoque en nuestras metas como recordatorio de a dónde queremos llegar.
